5/29/2013

"La bibliotecaria de Auschwitz"



La bibliotecaria de Auschwitz
Iturbe, Antonio G.
Planeta 2012

Bonita historia basada en un hecho real. En Auschwitz hubo un campo familiar donde había niños con sus padres. Éstos dormían en pabellones separados, pero durante el día se podían ver y convivir después del trabajo. El pabellón 31 se convirtió en una escuela clandestina, donde iban los niños cada día, que contaba con una minúscula biblioteca de ocho libros. Dita, la protagonista de catorce años, era la encargada de custodiar estos libros y repartirlos cada día a los profesores que los solicitaban. Se muestran las grandezas y miserias de los internos del campo en sus anécdotas diarias. Me ha gustado mucho. Para todos los públicos a partir de 14 años. Un 9.




5/25/2013

Bestias del sur salvaje



Originalísima película, con la capacidad de atraparte sin que sepas ni donde se sitúa, ni qué es real ni qué soñado... Tener una familia, sea como sea ésta, es mejor que no tener ninguna, es un motivo para tirar adelante. DeCine21.


El almirante



Película rusa que recrea la historia de Aleksander Kolchak cabeza del ejército blanco que luchó contra el rojo durante el alzamiento bolchevique. Me impresiona que los rusos rehabiliten personajes así, con cierta distancia, con una película. ¿Cuándo lo haremos en España? Me ha gustado mucho, aunque he ido a internet para aclarar ciertos aspectos de su historia, que quedan poco claros. DeCine21.




"David Copperfield"



David Copperfield
Dickens, Charles (1849)

No había leído esta novela y a pesar de ser inmensamente larga (de hecho la primera publicación fue por entregas) y de un estilo bastante antiguo, me ha gustado. Alucino con la capacidad que tiene el autor de retratar la psicología y el carácter moral de sus personajes, contraponiendo las distintas formas de hacer y reaccionar de éstos. Tampoco tuvo una gran formación para poder hacerlo. Y en partes es autobiográfico. Una buena lectura para el verano, todo un clásico.

Argo



Interesante película, ganadora de los Óscars 2013 con razón, y basada en un hecho real. Vale la pena.

"Argo, dirigida por Ben Affleck, es una buena película, tiene todas las papeletas para estar esta año en los Oscar. Entre los productores, además de Affleck, figura George Clooney. El film se basa en un caso real, una parte no excesivamente conocida de la crisis de los rehenes de la embajada americana en Irán, acontecida en 1979, en plena revolución del ayatollah Jomeini. Que gran parte del personal diplomático fue retenido y humillado durante cerca de un año, y que la tristemente célebre operación de “ResCarter” fue un fracaso sí suena. Pero el film se centra en seis personas que lograron salir de la legación y refugiarse en la embajada canadiense. Ante la falta de opciones para sacarles del país, un agente de la CIA alumbra la peregrina idea de simular que un equipo de cine canadiense, aliado con Hollywood, anda buscando localizaciones para una desopilante película de corte fantástico titulada precisamente “Argo”." DeCine21.

5/21/2013

Vídeo de La Sagrada Familia de Gaudí


Precioso vídeo de cinco minutos con vistas de la Basílica de la Sagrada Familia de Gaudí.



5/16/2013

Gobernemos desde abajo


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Normalmente Josep Miró i Ardèvol no me gusta demasiado, no por lo que dice, que en casi todo estoy de acuerdo, sino por la forma, un poco clerical, que adopta. Pero este artículo sí me gustó. Es hora de que empecemos a gobernar desde abajo, aunque algunos no quieran soltar el poder. Todo se andará. Publicada en La Vanguardia el 13 de mayo 2013.

"Decía hace 21 días que había motivos para la esperanza encarnados en tantas familias que resisten acogiendo, compartiendo, superando lo adverso, y en la multitud de personas y entidades que practican la solidaridad. Pero con ser mucho no se agotan ahí nuestras fuerzas.
Sant Jordi es una fiesta excepcional. Se forma una atmósfera especial de celebración en torno a la rosa y el libro. Es un éxito cívico, cultural, y también comercial. La gente hace una cosa decisiva: compra. ¿De dónde surge este éxito? Primero, de una tradición –algo trasmitido, aceptado, y perfeccionado sin desvirtuar su sentido– de fe y cultura. Segundo, denota que existe una comunidad, porque sin ella no hay tradición. Tercero, de una comunidad fuerte como la de ese día, surgen las iniciativas de la sociedad, editoriales, librerías, productores e importadores de rosas, floristerías, entidades y grupos informales de todo tipo salen a la calle. Sant Jordi funciona porque se produce un alud de capital social, ese que sólo posee la comunidad. Pero ni el modelo económico ni la política de gobiernos y oposiciones son capaces de transformar familia, solidaridad, y comunidad, en resultados económicos. Prisioneros del individualismo; del estatismo, no saben qué hacer con aquellos bienes. Ese es el problema.

¿Qué lecciones podemos extraer? Primera, tomar nuestras vidas en nuestras propias manos, no como individuos aislados, no pensando en que los gobiernos resuelvan nuestros problemas. No lo harán. No saben cómo hacerlo. Ni los que ahora mandan, ni los que critican y ya mandaron. Segunda, empecemos a reconstruir las relaciones que hacen buena a una comunidad. Comencemos por los barrios y pueblos, por nuestras asociaciones, las empresas, buscando cómo cooperar y encarar soluciones. Fomentemos los vínculos, los de toda la vida como cooperativas y gremios. Innovemos construyendo nuevas y buenas relaciones, como plataformas que conecten la pequeña empresa y el pequeño ahorro en beneficio mutuo. Tercero, todo esto nos servirá para plantear lo que deben hacer los que mandan y apoyar los que se oponen. Encaremos al gobierno español, catalán, diputaciones, y grandes ayuntamientos, como el de Barcelona, con proyectos concretos nacidos de la comunidad. Empecemos a gobernar desde abajo construyendo la economía de comunidad. Esa es la respuesta."

Inyección de optimismo económico


                                                                                                                                                                                             

Después de leer esta entrevista a Steve Ingham, cazatalentos global, me he sentido un poco más optimista. Creo que sabe de qué habla. Por eso la comparto. Publicada en La Vanguardia.

"Ingham espera mucho de nosotros cuando nosotros desesperamos. Le digo que el nuestro no es sólo un problema de ciclo, sino de modelo: hemos crecido con deuda y ladrillo y ahora cambiar al ahorro y la exportación cuesta. Responde que si desde fuera fue más fácil ver cómo hinchábamos la burbuja, también desde el exterior se vislumbra ahora mejor la remontada: sin nuestros prejuicios de partido ni autoodio. Y ojo a los tres datos que Ingham, que habla con inversores globales a diario, apunta: tenemos salarios bajos, despido fácil y barato y suelo de ganga. Si damos tiempo a que confíen en nosotros -y no asustamos con impuestos-, el motor del empleo arrancar.

España va a darnos una sorpresa en crecimiento y empleo. Verá.

Aquí circulan otros datos.
Datos: en España hoy se pagan salarios más bajos que en la Europa del Norte, el suelo está barato y el despido, también. Y sus leyes laborales son de las más flexibles de Europa. Son datos.

Si quieren invertir y emplear, ¿por qué calculan lo fácil que es despedir?
Porque el despido fácil reduce el riesgo al emplear. Nosotros, por ejemplo, hemos situado aquí nuestra oficina on line: tenemos 200 empleados. Si nos va mal, quiero estar seguro de que podré despedirlos sin problemas. Por eso no la hemos puesto en Francia, porque allí despedir es muy complicado.

Está demostrado que aquí es fácil despedir; falta probar que es fácil emplear.
Yo estoy aconsejando España a las multinacionales que me consultan y buscan ubicación para su cuartel general en Europa. Porque, además de por precio, compiten ustedes por talento disponible y con ganas.

Entonces, ¿a qué esperan esas multinacionales para crear empleo aquí?
Esperan a que ustedes sean fiables y predecibles: que demuestren estabilidad económica y política; que hagan reformas conforme a lo previsto y prueben que seguirán en el euro, que es la garantía para el inversor.

¿Y eso cuánto tiempo requiere?
El tiempo que requiera. Es un estado de ánimo. De repente, parecerá que este es un país seguro y el más rentable para invertir -yo creo que ya lo es- y verá usted un día que el crecimiento es mayor de lo que esperan; y con él llegará el empleo.

Ojalá sea usted profeta.
Como no lo soy, también estamos invirtiendo en China, India, Sudamérica y EE.UU. Porque debemos estar ahí. Y por si acaso, además, tenemos un colchón de liquidez.

¿Qué debo hacer para hallar empleo?
No espere encontrar un empleo que se adapte a usted; adáptese usted a los empleos disponibles, que los hay. Su empleabilidad hoy sólo depende de su flexibilidad.

Por ejemplo.
Si estaba en banca -hoy en crisis-, detecte los sectores en auge y pula sus habilidades para ellos. Y acepte un sueldo razonable y la movilidad. Hoy buscar trabajo no es encontrar el que se adapte a uno, sino al revés.

¿Y eso cómo se hace?
No venda su estilo estupendo; demuestre que es capaz de adaptarse al estupendo estilo de la empresa que da empleo.

¿Adaptarme quiere decir resignarme?
Quiere decir aceptar que el mundo cambia: nuestro director español en España acaba de irse a abrir mercado a Colombia.

¿Eso no es triste fuga de cerebros?
¡Aprovéchenla para fugarse! Si quiere llegar a algo hoy en día, en su currículum tiene que lucir varios países. Si no, quédese en su pueblo: es más cómodo. Ya me contará.

Pues usted lleva 26 años en su empresa: ¿es un éxito o un fracaso?
Yo no me he movido de empresa, pero la empresa sí se ha movido conmigo. Hoy vale mil doscientos millones de libras; y tiene cinco mil empleados en el mundo. Las empresas necesitan profesionales que han formado y otros que fichan. La mezcla suma.

¿Qué hacer en entrevistas de empleo?
No trate de venderse usted. Trate de venderse para ese empleo que ofrecen. Así que entérese de cómo es la empresa, qué busca, quién la dirige, hacia dónde quieren ir... Y adapte su currículum -mentir es mentirse: le pillarán- a ese puesto que ofrecen.

¿Algún consejo para el empleador?
Antes de buscar, precise bien lo que busca. Y sólo después seleccione. No cambie de criterio sobre la marcha, porque es tirar dardos a una diana en movimiento. Y errará.

¿Cómo responder en la entrevista?
No se trata de responder preguntas como en el cole, sino de demostrar que es usted el que buscan para el puesto. Exhiba habilidades en apariencia contradictorias pero que no lo son: que tiene personalidad pero sabe trabajar en equipo; que es capaz de adaptarse a un líder pero también de liderar. Y sobre todo demuestre ilusión... ¡Ganas! Es la gran aptitud que se contagia al empleador.

¿Y si voy con un piercing en la nariz?
Estará haciendo una afirmación de personalidad que quizá no demuestre ganas de agradar ni predictibilidad en su conducta.

¿Y si sólo estoy actuando?
Observamos el lenguaje corporal para ver si revela que quiere agradar y ser útil.

¿Qué es lo que no debo hacer?
Ser aburrido, perezoso o lacónico al responder. No esté a la defensiva ni use monosílabos. Exprésese con energía sin avasallar.

¿Y el seleccionador qué debe hacer?
No hablar demasiado. El silencio es poderoso. Úsenlo. Debe preguntar muchos por qué, porque exigen respuestas complejas que pueden revelar talento y personalidad.

¿Su peor y su mejor seleccionado?
El peor rato lo pasé al preguntar a un candidato: "¿Por qué le recordarán en su empresa?" "Por ladrar" -contestó- y empezó a ladrar como un poseso. Pasé miedo. Y estoy orgulloso de haber seleccionado entre cuarenta candidatos, en 1998, a la directora de la lotería británica. Todavía lo es."

5/01/2013

Merkel y nuestra casta política.



Lúcida entrevista a Daniel Lacalle, hoy en La Vanguardia. Menos echar la culpa a Merkel y más arreglar nuestra casta política y la administración. Hace tiempo que intuyo que los tiros van por ahí, pero no sabía como expresarlo. Ahí va.

"¿Hemos hecho los deberes? El sector privado y el público en gran medida, pero a costa de empleos que se hubieran salvado con más crédito y menos impuestos. Los sufrimos porque el Estado derrocha. Es el gasto político, que no público: ¿se han eliminado duplicidades: diputaciones, consejos comarcales, el Senado o empresas públicas con exceso de directivos? Daniel Lacalle en Nosotros, los mercados (Deusto) explica que reducir déficit no consiste en confiscar hasta la mitad de las rentas del trabajo de la clase media, sino en recortar por fin el derroche de la casta política. Y si lo mantienen así y nos ahogamos en paro, por favor -suplica- no echen la culpa a Merkel."




"Está claro que la austeridad no funciona: falta gasto público.
Lo que no funciona y nos ha llevado al 26% de paro es el gasto político, que no hay que confundir con el gasto público, tan beneficioso cuando se administra bien. Y ahora aumentar gasto público es dar más dinero a los políticos que lo han malgastado y generar más déficit todavía.

Defina pues gasto político.
El derroche de nuestro dinero por el político para aumentar su poder y del partido: la subvención clientelar; la obra pública inútil realizada para la foto de la inauguración y la comisión; las duplicidades en la Administración para colocar a próximos. Y seguiría...

¿Cree que los parados y la clase media sí pueden quejarse de austericidio?
La clase media es la que sufre el hachazo fiscal, que nos está hundiendo a todos. Porque de ninguna crisis ningún país ha salido jamás gracias a los ricos ni a los pobres, sino a la clase media que trabaja, consume e invierte mirando el céntimo con eficacia y tiene hijos. Pero ha sido más fácil subirle impuestos a esa clase media que reformar la Administración y recortar ese gasto político.

Esas estructuras aún siguen intactas.
Pues ese gasto político es el elefante en la habitación de la crisis al que todos señalamos con el dedo en Europa, la City y Wall Street: sobran administraciones en España, diputaciones, el Senado, cargos políticos...

Aquí crearon consejos comarcales...
Y todos los analistas de la City lo sabemos. No pedimos que despidan maestros y médicos: pero, antes de invertir aquí, sí esperamos que reduzcan cargos y gasto político.

¿Tanto supondría esa racionalización?
El Estado controla el 50,5 por ciento del PIB. Calcule lo que podría ahorrarse con una gestión eficiente. Con ese ahorro se podrían reducir los impuestos y dejar ese dinero en manos de la clase media y los pequeños empresarios, que ellos sí podrían volver a hacer crecer este país.

¿Y si el BCE abriera el grifo a chorro?
Entonces los políticos derrochones gastarán más y España seguirá siendo ineficiente. Y en Frankfurt se niegan: ¿por qué dar más dinero a quien demuestra derrocharlo?

Pero con más liquidez habría más subvenciones y tal vez más crecimiento.
No. Las subvenciones aumentan el déficit y la deuda, no el crecimiento. Las subvenciones favorecen a los amiguetes del político y perjudican a todos los demás. Lo que de verdad estimula y atrae inversión es recortar impuestos por abajo: dejar la riqueza en manos de quien mejor la sabe ganar, gastar e invertir, que no son los políticos ni los billonarios, sino la clase media y los pequeños empresarios. Ellos pueden crear empleo.

El BCE denuncia que él abre el grifo del dinero, pero aquí no llega a la empresa.
Porque nuestra banca forma parte del problema: está endeudada hasta la parálisis pero prefieren reservarle -forma parte de la casta que proteger- el monopolio de la financiación y bloquear otros canales de crédito, porque podría haberlos. España está demasiado bancarizada y así no crecerá.

¿No cree que por mucho que se recorte en políticos es el chocolate del loro?
Eso dicen ellos. Pero es el chocolatón, amigo. Es un dineral el que se nos va por ahí. Por ejemplo: en los últimos cinco años antes de la crisis, el gasto sanitario se duplicó: ¿pero se duplicó la calidad asistencial?

¿...?
Pues claro que no, pero en muchos hospitales había y hay más cargos directivos que médicos. Y pasa lo mismo en otros centros de la Administración y empresas públicas.

Una corriente denuncia a una "casta extractiva" que se adueña del Estado.
Acemoglu y Robinson tienen razón: los estados se vuelven ineficientes como el nuestro al ser parasitados por una casta extractiva, que se apropia de ellos o incluso se los inventa. Pero temo que en este país nuestros políticos de esa casta son reflejo de nuestra sociedad. Y encarnan nuestros valores.

Pues no sé si es para estar orgulloso.
El 54,8% de nuestra ciudadanía encuestada afirma que "a quien logra mejores resultados no se le debe remunerar mejor"

Es una negación soviética.
Comprendemos mejor el amiguismo y el compadreo que la meritocracia y el esfuerzo y así son también nuestros políticos. Manda la apariencia, no la eficiencia. Por ejemplo, confundimos la titulitis con el conocimiento: en España cada año salen más graduados en Derecho que en Francia y Gran Bretaña juntas. ¿Necesitamos tantos?

Pese a todo, la inversión pública masiva permitiría que llegara algo abajo...
Eso dicen quienes citando en vano a Keynes quieren seguir derrochando en sus poltronas. Pero Keynes dijo que hay que aumentar la inversión pública en las crisis con lo que se ahorró en las bonanzas. Y aquí se derrochó en las bonanzas y también ahora.

¿Entonces?
Dejemos de mendigar a Berlín: somos nosotros quienes debemos exigir reformas. Y debemos denunciar caso por caso el derroche político: recortar así el déficit y recuperar la soberanía y la democracia."